Estamos viviendo sin duda tiempos extraordinarios como nunca antes habíamos vivido. Las cosas han cambiado , y ya nada se prevé que sea como antes. Somos conscientes que empezamos una nueva era, que va a requerir de cambios sustanciales en organización, estrategia e innovación.
Para sobrevivir de la mejor manera posible es imprescindible reinventarnos, y en mi opinión la digitalización, la sostenibilidad y las personas jugarán un papel relevante.
Surge la necesidad de un nuevo estilo de dirección y liderazgo que premie una nueva relación entre las empresas y los trabajadores. Estos últimos, pasan a ser parte fundamental en la creación y desarrollo de ese nuevo futuro empresarial.
Cada vez más vamos a observar cómo los empleados de una organización B2B participan en estrategias de branding, social selling y retención y captación de talento en su compañía.
Y esto se fundamenta en 3 motivos principales, según Nielsen:
- El 84% de las personas confían más en las recomendaciones de alguien que conoce.
- El contenido compartido por una persona goza de 8 veces mas engagement que cuando lo hace una marca.
- El empleado es el portavoz más influyente para comunicar el contenido corporativo.
Surge la figura del embajador de marca B2B, un influencer interno o empleado de la organización que colabora de manera voluntaria a través de sus redes sociales en incrementar el alcance de la marca corporativa compartiendo informaciones, contribuyendo a mejorar las ventas participando en retos comerciales o atrayendo talento a la compañía compartiendo las bondades de su empresa.
Y no es un capricho, disponer de una buena red de embajadores de marca, contribuye de manera positiva en las finanzas de cualquier organización porque se consigue que la marca corporativa y la reputación se fortalezcan, los gastos en publicidad digital disminuyan, las ventas se incrementen y las empresas ganen en competitividad disponiendo de los mejores profesionales, evitando además una alta rotación de personal.
Y no todo son beneficios para las compañía, el embajador también sale beneficiado, porque su marca profesional se empodera y su red de contactos también. He podido comprobar cómo organizaciones B2B del sector metalúrgico, de maquinaria industrial , del sector educativo o el tecnológico han innovado, implementado estrategias de este tipo en sus organizaciones, obteniendo grandes resultados.
Como bien dice Xavier Marcet «Las empresas somos comunidades de personas que son mejores si hay buena gente: talento y buena gente. La gente de talento nos hace competitivos, la buena gente hace comunidad«. Todos los que trabajamos en entornos B2B sabemos que trabajamos en el People Business, en el que todas las personas de la organización venden y contribuyen a generar confianza.
Para ello una buena cultura corporativa se hace imprescindible y una buena red de embajadores de marca también. Sin duda, una buena apuesta.
© Mónica Domínguez
Directora y Fundadora de ComeOn Brands! B2BMarketing – Embajadora de Be Ambassador
Presidente ESADE Alumni Aragon